El calentamiento global del planeta y la contaminación atmosférica no tienen fronteras geográficas ni políticas y causan desastres y muertes, en todo el mundo. La sociedad civil y los movimientos de protesta deberían centrarse en campañas sostenidas de rechazo a gobiernos, empresas, productos y servicios que producen quienes contaminen fuera de los límites permitidos.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático de 2021 (COP26) que se está celebrando en la ciudad de Glasgow (Escocia) desde el 31 de octubre al 12 de noviembre es una Conferencia de las Partes que reúne a delegados de unos 200 países, expertos, científicos y organizaciones sensibilizadas con el problema del cambio climático, los efectos del llamado gas invernadero con el objetivo de cumplir los retos fijados en la Conferencia de París de 2015, para reducir el aumento de la temperatura global entre 1,5 y 2 grados y evitar devastadoras catástrofes naturales que se derivan cada décima de grado adicional del aumento de la temperatura.

Esto requiere afrontar cambios profundos en los pilares del desarrollo socioeconómico, de la industria, la producción y comercialización de bienes y servicios en todo el mundo y, principalmente, en sectores como la minería, las fuentes de la energía, las formas del transporte de mercancías y pasajeros, la distribución y la forma de comprar y consumir de ciudadanas y ciudadanos de todo el mundo.

El calentamiento global y graves problemas del cambio climático, del gas metano en la atmósfera incluido, que afecta a las especies y a la biodiversidad no se circunscribe a países ni a continentes, sino que es un problema global, por lo que la forma de afrontarlo tiene que ser también global, de todos los gobiernos y administraciones en sus diferentes niveles, empresas y ciudadanos y ciudadanas.

Se requieren consensos y presión sobre los gobiernos de países y empresas más contaminantes y resistentes a asumir y afrontar los cambios que permitan reducir el progresivo calentamiento global.

En el reto del problema del cambio climático y consecuencias de la contaminación atmosférica todos los ciudadanos y ciudadanas tenemos que asumir nuestra cuota de responsabilidad, que exigen y requieren concienciación y formas más efectivas de presión de las utilizadas hasta ahora, pues las simples marchas no son efectivas para afrontar los cambios industriales ni de la producción de energía ni de transporte. Protestar y luego comprar lo más barato es una incoherencia total.

Los liderazgos icono que se limitan a discursos personales de seudo adoración personal que airean los medios de comunicación en campañas de imagen pagadas -en muchos casos- por las propias industrias y marcas contaminantes y apoyan gobiernos no resuelven el problema ni son el medio efectivo para conseguirlo como se ha demostrado en las últimas décadas.

Revisar las formas de acción contra el cambio climático y vertebradores liderazgo social y planetario requiere interlocutores más sólidos y cualificados para ser tenidos en cuenta, lo que requiere del trabajo de equipos multidisciplinares on-line, de científicos, economistas, biólogos, médicos, investigadores e ingenieros que trabajen en coordinación mundial y cooperación activa, que emitan señales de alerta y recomendaciones independientes implementables para consumidores, ciudadanos, sociedad civil, empresas, universidades, gobiernos y parlamentarios.

Es el momento de pasar a la acción de la sociedad civil y desde la concienciación del problema y de presionar con decisiones individuales y colectivas haciendo algo más que manifestarse, actuando localmente, como hizo la Asociación Castaño y Nogal, y abandonar declaraciones solemnes por mucha repercusión en medios que tengan, como contraprestación a la publicidad pagada, incluso de administraciones y seudo compromisos empresariales que venden lo que no hacen y ocupan espacios destacados en todos los medios que se quedan en eso: manifestaciones y declaraciones sin consecuencias prácticas para combatir las causas del cambio climático en todo el mundo.

El Planeta, el hombre, las plantas, el bosque autóctono, la biodiversidad, los mares, los océanos y el rural no pueden seguir esperando soluciones milagrosas de declaraciones solemnes de Reservas de la Biosfera, patrimonio mundial o nacional medio ambiental y paisajístico y afines con cero inversiones y cero acciones en el territorio y logística, incluido de la UNESCO, U.E., Reino de España, la Diputación de Lugo, y, en menor medida, de la Comunidad Autónoma de Galicia; por ejemplo.

En este sentido, es un escándalo que la ONU auspicie declaraciones y memorias Memorias de Responsabilidad Corporativa (RSC) de grandes empresas y multinacionales como muestra de compromiso y de acción mentira en este tipo de documentos anuales y reconocimientos, de lo que son ejemplo los incumplimientos de empresas españolas como Iberdrola, Naturgy, Endesa, Repsol, Cepsa, Carrefour, Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Abanca, Finsa, Ence y un largo etcétera, en las que no se detalla el soporte de lo que se vende como compromiso y acciones ni nadie verifica, que expresamente denunciamos y reprobamos como parte de la sociedad civil comprometida con lo común.

Links relacionados:

1. Conferencia cambio climático COP 26Glasgow https://unfccc.int/es/node/307746

2. Ministerio Transición Ecológica https://www.miteco.gob.es/es/

3. Trabajos previos COP26 https://futuroverde.org/2021/05/18/cop26-el-carbon-debe-quedar-fuera-para-cumplir-los-objetivos-climaticos/

4. Acción Castaño y Nogal http://www.asociacioncastanoynogal.com/

Concepto de metano:

• Gas incoloro, inodoro y muy inflamable, más ligero que el aire, que en la naturaleza se produce por la descomposición de la materia orgánica, especialmente en los pantanos, y se desprende del gas del petróleo, del gas de las turberas, del grisú de las minas de carbón, etc.; se emplea como combustible y para producir cloruro de hidrógeno, amoníaco, acetileno y formaldehído.