Quintá de Cancelada, 14 - 27660
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Honras de despedida de Serafina: UN ACTO DE RECUERDO DE COMPROMISOS Y RETOS DE VIDA DE UNA ALFARERA RURAL
El acto y misa funeral de Serafina González Fernández ayer en la Iglesia Parroquial de Quintá de Cancelada marcaron tendencia, como la macaron sus 93 años y 11 meses de vida (octubre 1928 – septiembre de 2022). Se desarrolló en la forma programada: sin coronas, en absoluto silencio, aprecio unánime y emoción de miembros de la familia y asistentes.
En la iglesia de Quintá, situada en un antiguo castro, la celebración comenzó con la interpretación de la Cantiga número 100 de Alfonso X el Sabio, titulada Santa María Estrela do día, interpretada por el músico coruñés Eloy Vázquez Estévez. Luego, el mantenedor, José Luis Prado Penelas, leyó un poesía escrita por economista coruñés y profesor emérito Miguel Bello Vázquez.
A continuación su hijo mayor y presidente de la asociación Castaño y Nogal, Antonio, trazó una sentida semblanza de Serafina con clínica social e hitos de Vida de Serafina, centrada en
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Los recuerdos de una mujer empoderada por el cincel de la vida, que estiró la funcionalidad de sus debilitados órganos vitales más allá de las previsiones clínicas.
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Reconocer y resaltar que a todas las mujeres rurales de la generación de Serafina les tocó vivir épocas históricamente muy difíciles de carencias consecuencias de guerras, pandemias, pestes, aislamiento, déficits de todo tipo, en una economía de supervivencia, de producir de todo y hacer de todo.
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Su talento innato y el compromiso social de Serafina con lo propio y lo común, su condición de alfarera social rural. “Nada fue por casualidad para ella, sino resultado de la pasión puesta en sus deberes”, dijo.
En uno de los párrafos de su intervención, dijo: “No había necesidad familiar que no socorriera, niño o niña ni vecino que no atendiera. Pasó la vida haciendo el bien, repartiendo pinceladas de amor”.
Al referirse al tour milimétrico por la vida de Serafina dijo: “Inhibirse ente los problemas reales y adversidades del entorno que le rodeaba no entraba en su mente, ni tampoco la indefinición”, de lo que eran vivo ejemplo el compromiso personal y social en los ámbitos rurales siguientes:
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La Escuela Rural y la educación de sus hijos, como prioridad absoluta, frente a la opción de colaborar en aliviar el hambre y garantizar el sustento.
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La lucha contra el aislamiento terrestre en comarcas de la montaña lucense: especialmente Cancelada – Os Ancares, con reseña de recuerdos muy dolorosos, con mejoras parciales tras siglos de abandono total y un calvario de décadas, preguntándose: ¿Aceptarían hoy los que se opusieron a las pistas suprimirlas? ¿Dónde estaban los cargos y representantes políticos?
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La dignificación de lo rural, los patrimonios y el paisaje ancestral de la cuenca y ruta del río Donsal, llevada a cabo con participación del voluntariado internacional, que impulsó y atendió en su casa y a través de CyN, premiada y reconocida internacionalmente.
Finalizó su sentida intervención con agradecimientos singulares, expresados en vida por Serafina, que incluyó a personas fallecidas de Freixo y Quintá, Familia, vecinos, un pueblo de la parroquia, a dos vecinas que le habían ayudado a parir, a los miembros de Honor y a los Voluntarios de los Work Camp de Castaño y Nogal.
Luego, el oficiante de la misa funeral por Serafina, Miguel Ángel Fernández Vilariño, capellán del HULA, continuó la celebración de la misa concelebrada con el cura párroco Manuel González Vázquez y el diácono orensano Antonio Collazo Álvarez, tras lo cual se procedió a dar sepultura en medio de un silencio absoluto y emoción contenida, con depósito en el nicho de un sobre con carpeta del avance del libro HUELLAS DE UN ALMA RURAL, dedicado a Serafina, en proceso de maquetación y otros documentos oficiales, comunicaciones y reseñas de prensa.
La Familia y la Asociación Castaño y Nogal agradecen las condolencias recibidas, la presencia de los numerosos asistentes y el cumplimiento de las peticiones reseñadas en la esquela. ¡Gracias!