En las fotos del souto y prados de Baliñas de este fin de semana, de diferentes tramos del futuro sendero del Río Donsal, promovido por la Asociación Castaño y Nogal, colgadas de este blog y página web, se aprecia el bosque y la naturaleza en estado puro, la cual se transforma y renueva con la primavera, iniciándose así, una vez más, el ciclo de la vida vegetal. Las flores aparecen entre el manto de hojas secas que ha dejado el invierno y buscan con afán, los rayos de sol que se filtran entre las verdes copas de los árboles. El cauce de nuestro querido Río Donsal se va amansando y las vacas disfrutan de un pasto abundante en prados pintados de un verde brillante. Además, hemos descubierto que al final del trayecto existe una pequeña ermita, así garantizamos, que los santos estarán con aquellos que llegen al final del camino. Su arquitectura es rotunda, sobria, sincera, como las montañas que la rodean, sin duda una lección más de aquellos constructores anónimos que no «buscaban» nada, y claro está lo encontraron.
Julio López Mouriño
Arquitecto Director
Proyecto Sendero