El libro realiza una investigación específica del impacto de los incendios forestales, centrándose en la catástrofe del verano de 2006. La falta de estudios previos que analicen el valor económico total de los incendios en Galicia justifican la necesidad de este tipo de estudios, según su autora, quien relata que es la primera vez que se valora metodológicamente el impacto ambiental de un hecho como este, cuyos daños serán más evidentes a medio plazo. “Esta metodología utilizada habitualmente en otras regiones, como Estados Unidos, no había sido aplicada anteriormente a la problemática de los incendios forestales en Galicia”.
En 2006, de forma excepcional, el 4,6% de la superficie forestal total resultó afectada por incendios, con más de 93.000 hectáreas quemadas. Las pérdidas económicas de aquella catástrofe se sitúan entre los 248 y los 336 millones de euros, de los que casi 40 millones corresponden a daños medioambientales y el resto a daños económicos directos (pérdida turismo, masa forestal quemada, emisión CO2, pérdida biomasa, gastos de extinción, etc.).
El balance de daños no incluye las pérdidas por inundaciones y contaminación fluvial y marítima directamente provocada por los incendios, ni las pérdidas en especies no inventariadas (como castañas o setas), ni cuantifica económicamente la pérdida de biodiversidad. Tampoco existe aún la posibilidad de medir científicamente los daños económicos de medio plazo, como el de la caída del precio de la madera por sobreoferta de madera quemada.
Galicia tiene una gran importancia forestal, con un 68,96% de su territorio total destinado a uso forestal. Una riqueza forestal aún por explotar es la capacidad gallega para absorber gases que provocan el efecto invernadero, ya que los bosques de Galicia concentran el 21% de la capacidad española de almacenamiento natural de CO2.
7 diciembre, 2015 a las 3:43
Samuel
Agree absolutely. None of the multicultural lefties can ever understand what makes freedom essential.