Introducción El reciente desastre de la DANA en Valencia y otras zonas afectadas ha dejado más que inundaciones; ha desvelado un sistema ineficaz y la falta de una dirección responsable en momentos críticos. La tragedia, que oficialmente ha cobrado más de 211 vidas y deja miles de desplazados, es un reflejo de lo que los líquenes y musgos de la cuenca del Donsal, esos testigos silenciosos del cambio climático, vienen revelando desde hace años.

La «Clínica» Natural del Donsal como Evidencia. Los líquenes y musgos que habitan en los árboles y muros del Donsal no solo absorben la humedad o los cambios climáticos; registran en su estructura la huella del deterioro ambiental y del calentamiento del Mediterráneo, cuyas aguas llegan a los 30 grados. Su crecimiento, afectado por factores como la temperatura y la calidad del aire, es el primer diagnóstico de un desequilibrio ignorado, una muestra biológica de cómo el medio ambiente, el sistema de alertas y la gestión territorial no están sincronizados con la realidad.

Ocultación de Datos: La Verdad Silenciada. Desde el inicio de la DANA, la información sobre el número real de muertos, desaparecidos y heridos ha sido una «cifra incómoda» para el sistema. El derecho constitucional de información se vio comprometido, dejando a los ciudadanos en una incertidumbre que recuerda a la falta de transparencia de situaciones anteriores. La alerta masiva llegó a las 20:03, demasiado tarde, cuando el daño ya estaba hecho. La falta de respuestas inmediatas y la subestimación de la tragedia demostraron que el sistema no estaba preparado para asumir la verdad de sus propias cifras.

La Falta de Presencia y de Prevención en las Calles. Las fuerzas de seguridad, que deberían haber estado presentes en las calles y barrancos observando y alertando, estaban en oficinas sin conexión con la realidad de las riadas. El análisis preventivo estaba ausente. Si la policía y otros servicios de emergencia hubieran estado en sus lugares de patrulla en lugar de en oficinas, es probable que muchas de las alertas se hubieran activado a tiempo y se hubieran salvado vidas. Esta desconexión entre la previsión y la acción muestra una vez más que los recursos existen, pero no se movilizan con la urgencia y eficiencia necesarias.

Barrancos y Ríos sin Mantenimiento: Un Patrón Repetido. La DANA destapó lo que es ya un patrón en la administración de nuestras cuencas fluviales: falta de limpieza y mantenimiento en ríos y barrancos que, de haber estado libres de escombros, podrían haber reducido los efectos del temporal. Esta falta de acción no es exclusiva de Valencia, sino que se extiende a otras comunidades como Galicia, donde los organismos responsables ignoran la necesidad de mantenimiento continuo en barrancos, ríos y áreas inundables, esperando hasta que la catástrofe es inevitable.

Conclusión

Es momento de que los responsables del sistema de emergencias y de la protección civil de la Comunidad Valenciana asuman el timón de la tragedia. Ya no se trata solo de gestionar la emergencia actual, sino de demostrar capacidad de respuesta y de planificación para prevenir el próximo desastre. Se necesita un Gobierno de Salvación que, con claridad y responsabilidad, reconozca las fallas y establezca un compromiso real con la vida y la seguridad de sus ciudadanos, hasta la próxima tragedia, como decíamos en el primer comentario, sin más excusas.

Cuadro Resumen y Fuentes Competenciales

Materia

Fundamento Legal

Competencia en Alertas y Emergencias

Constitución Española (arts. 148-149), Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana, Ley 17/2015 del Sistema Nacional de Protección Civil

Derecho a la Información

Artículo 20 CE; Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública (Ley 19/2013)

Voto Particular COVID-19

Sentencia del Tribunal Constitucional sobre la gestión del COVID-19, estableciendo precedentes sobre la coordinación y el derecho de información pública

Esta estructura hace referencia a los deberes de coordinación, comunicación y transparencia en situaciones de emergencia.

Como se constata en las citas referenciadas, las normas de aplicación y en vigor abogan por la responsabilidad efectiva en el ejercicio de competencias ya atribuidas, sin desvío de la atención a cuestiones administrativas o políticas ajenas al objetivo principal: proteger vidas y restablecer la confianza ciudadana en el sistema de emergencias; que es lo que no hizo, antes, durante y después de la dana ni el Parlamento de la Comunidad Valenciana ni el resto de las Administraciones Públicas.

Los comentarios están cerrados.