Introducción

La imprevisión ante las consecuencias de construir en cauces naturales, la falta de control democrático sobre políticas fallidas, el negacionismo climático, y la banalización mediática se combinan en una serie de errores que, como en el reciente desastre de la DANA, exponen a la ciudadanía a riesgos evitables y colocan al país en una situación de vulnerabilidad.

Ficha Técnica del Desastre

Entre el 29 y el 30 de octubre de 2024, lluvias extremas causadas por una DANA descargaron hasta 500 litros por metro cuadrado en zonas de la Comunidad Valenciana y Albacete, afectando especialmente Paiporta, Ontinyent y Alzira. El saldo: 95 muertos, varios desaparecidos, y miles de desplazados. Infraestructuras clave, como carreteras y líneas del AVE, sufrieron daños irreparables. En suma, una tragedia ampliamente atribuible al cambio climático y a una gestión territorial deficiente.

1. La Ceguera de Políticos y Urbanistas al Invadir Cauces Naturales. El agua sigue su curso, pero el urbanismo en Valencia, Albacete y otros muchos municipios no respeta este principio fundamental. Se permiten edificaciones en zonas inundables, como las del Júcar y Vinalopó, exponiendo a miles de ciudadanos a consecuencias fatales. La falta de evaluaciones de impacto ambiental y la concesión de licencias sin previsión priorizan beneficios privados sobre el bien público, convirtiendo cada fenómeno extremo en un desastre que deja elevados costos en vidas, al erario público y en el ámbito privado.

2. La Superficialidad Mediática y el Negacionismo. Obstáculos para la Acción Colectiva Real. Los medios de comunicación han optado por cubrir los efectos del desastre sin entrar en las causas estructurales. Las tertulias y los comentarios superficiales distorsionan la comprensión del cambio climático y sus consecuencias. Este tratamiento informativo perpetúa el negacionismo climático y limita la capacidad de la ciudadanía para exigir cambios. La desconexión entre la cobertura mediática y la realidad climática desmotiva la acción colectiva, debilitando el esfuerzo necesario para reformar las políticas.

3. La Irresponsabilidad Parlamentaria. Aprobaciones Sin Análisis y Sin Asumir Consecuencias. El parlamento, encargado de prever y legislar en interés público, frecuentemente actúa sin la profundidad que los temas exigen. Ejemplos recientes, como la aprobación de proyectos industriales en zonas sensibles en Galicia y otras decisiones sin evaluaciones de riesgo, reflejan una reiterada falta de rigor intolerable. Esta despreocupación por las consecuencias expone a los ciudadanos a fenómenos evitables y demuestra que las decisiones parlamentarias necesitan un nivel de responsabilidad y análisis hoy ausentes, como ya hemos advertido y denunciado desde esta página y sitios Web de CyN.

4. Transparencia y Democracia. Exigiendo una Representación Responsable. La democracia implica transparencia y una rendición de cuentas efectiva, pero la falta de transparencia en urbanización en zonas de riesgo –como vaguadas, regatos y ríos- costó y está costando vidas y convierte en escombro activos, inmuebles, enseres e instalaciones, que se repiten una y otra vez. La toma de decisiones a puerta cerrada en lugar de en foros públicos debilita el control democrático y permite decisiones urbanísticas cuestionables, sin control de ejecución, incluso obras menores. La ciudadanía tiene el derecho de exigir una gestión informada y participativa que resguarde tanto el entorno natural como su seguridad personal y patrimonios.

5. DANA. Una Advertencia Urgente para la Reforma de la Gestión Pública. Este desastre subraya la necesidad de reformar profundamente la gestión pública, la planificación territorial y el control urbanístico en laderas, cauce de ríos y regatos y en la costa, en todo España. Desde CyN, instamos a establecer auditorías de proyectos y comisiones expertas permanentes que evalúen riesgos y asesoren a los gobiernos. Solo un compromiso real con la sostenibilidad y la seguridad, con reformas estructurales, podrá reducir las pérdidas evitables y restablecer la confianza en las instituciones.

Conclusión

El paso de la DANA por Valencia y Albacete es un retrato desgarrador de la falta de responsabilidad de quienes deberían proteger a la ciudadanía y el entorno. Urge que gobernantes, parlamentarios y medios hagan un esfuerzo por cambiar la narrativa y las políticas antes de que la próxima tragedia revele nuevamente las mismas carencias.

Un recorrido por la Ruta Quintá-Río Donsal quizá les lleve a la misma conclusión.

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