En el corazón de la comarca de Os Ancares Lucenses, la Ruta Quintá-Río Donsal, PR-G 159, se erige como un símbolo de la unión entre el hombre y la naturaleza en la Galicia ancestral.

La reciente limpieza del V y último tramo de la senda, realizada por la brigada del Concello de Navia de Suarna, es un ejemplo más del profundo compromiso con la preservación de este entorno privilegiado. Esta acción, que completa el mantenimiento de los 18,2 km de la senda, refleja la dedicación de los Concellos de Navia y Becerreá y la Asociación Castaño y Nogal en la conservación de un patrimonio natural y etnográfico en estado de autenticidad es el principal atractivo paisajístico de la comarca.

La Ruta Quintá-Río Donsal no es solo un sendero, sino un viaje al pasado, donde los antiguos caminos de carro romano serpentean entre sotos de castaños y la vegetación autóctona que cubre las laderas de Os Ancares. Estos bosques primigenios, ricos en biodiversidad y con un microclima benigno, ofrecen una experiencia sensorial incomparable: el aire puro, la frescura de sus sombras, el silencio y la serenidad que solo puede encontrarse en lugares alejados del bullicio y las altas temperaturas que agobian otras regiones de España han reforzado el interés por recorrerla y conocer el entorno.

La implicación de los concellos y la Asociación Castaño y Nogal va más allá de la mera conservación; es un esfuerzo por dignificar el rural, por devolverle su valor y asegurar su futuro. Gracias a estos trabajos, se ha mejorado la seguridad de los senderistas, a la vez que se contribuye a la prevención de incendios forestales, un problema crítico en tantas partes del país. La revalorización del entorno ya está atrayendo a nuevos habitantes, que ven en los antiguos núcleos mermados de población un refugio ideal para rehabilitar casas y reconectar con una vida más auténtica, la posibilidad de teletrabajar y autocultivar para el auto-consumo.

La Ruta Quintá-Río Donsal ha ganado admiradores de todas partes de España, desde Málaga, Alicante hasta Cataluña, pasando por A Coruña y Lugo. Cada visitante, cada senderista, se convierte en un embajador de esta joya natural, llevando consigo el eco de su belleza y la pureza de su aire que acredita el liquen de los árboles nobles y el musgo de rocas, muros, ouriceiras y troncos de castaños. La instalación de la red de fibra óptica <en proceso> en los pueblos de la Comarca de Cancelada, parroquia de Quintá incluido, promete conectar aún más a este rincón con el mundo, sin que ello signifique perder su esencia.

Desde Castaño y Nogal, expresamos nuestro más sincero agradecimiento a los concellos de Navia y Becerreá, a sus alcaldes y a todos aquellos que nos acompañan en esta laboriosa misión. Gracias por ayudar a preservar y difundir la belleza de Os Ancares Lucenses, una tierra que no solo merece ser visitada, sino vivida y cuidada para las generaciones futuras. ¡Sigamos caminando juntos por esta senda de conservación y dignificación del patrimonio rural!

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