Un recorrido esta tarde por la ladera conocida como Monte de Aguillón, entre el núcleo de Quintá y de O Couso, frente al de Tucende, propicia al caminante vistas extraordinarias sobre lomas, núcleos y entornos orográficos intermedios entre este punto y la cordillera y picos de Os Ancares Lucenses, como se aprecia en las fotos que siguen.
Se trata de una elevación natural del terreno, generalmente más pequeña que una montaña, con una altitud aproximada de unos 770 m. en el camino que enlaza O Couso con la ladera de Nováis por Aguillón.
El paisaje divisado con tarde clara y poco sol era netamente verde mirando en perspectiva, con matas amarillas, granates y marrones de zonas aradas, haciendo contraste.
El Creador ha querido que las pequeñas montañas y lomas de las que parten laderas con pendientes pronunciadas cubiertas de bosque y vegetación autóctona fueran la reserva verde de Europa, sin nada que envidiar a las de Suiza ni a las de Cantabria, lo que brinda a pintores, compositores y personas con sensibilidad espacios para la creación pictórica, poética y musical y/o el deleite de los sentidos.
Como nos decía el pasado fin de semana el afamado doctor González Martín durante los tres días de recorridos por la senda, derivaciones y ramales a puntos de interés en riqueza paisajística, forestal y arbórea, variedades y estado de autenticidad que no tiene nada que ver con lo recorrido en viajes por varios continentes y por España, reforzado por la excelente calidad del aire que acreditan los líquenes y el musgo, las tonalidades de verdes y profusión de hojas y flores naturales contempladas a corta y media distancia.
Cuestión distinta, es la accesibilidad, conservación, protección y acciones en el territorio, pues la coincidencia de tesoro Medio Ambiental es y fue compartido, pero el cuidado global es mejorable y potenciable, un filón…