La cuscuta epithymum, es la más común en Europa y en Galicia. Es una planta parasitaria, de la existen más de 150 especies de plantas parásitas, que pueden ser de varios colores (amarillo, rojo, naranja y algunas veces verde).
Pertenece a la familia de las Cuscutaceas y son angiospermas. Las semillas de esta planta pueden germinar sin huésped como planta verde durante unos diez días después de germinadas y posteriormente pocas sobreviven por sí solas. Estas semillas suelen ser transportadas por aves y el viento.
La cuscuta parasita distintas variedades de plantas, alfalfa, trébol, patata, plantas de huerta y silvestres como el tojo (Ulex europaeus), helecho y retamas (Cytisus escoparius; en gallego Xestas), etc).
Normalmente se desarrolla en zonas templadas o tropicales, raramente en climas frios. En Galicia se observan plantas aisladas en caminos, laderas y en valles. Suele atacar a cultivos de alfalfa causando bastantes daños.
La cuscuta se enrosca a la planta de la que se alimenta, en la misma dirección de las agujas del reloj. Produce raíces haustoriales que se clavan en el sistema vascular de la parasitada, muriendo sus raíces y alimentándose de los nutrientes de ésta, pudiendo llegar a matarla.
Las flores de esta planta se componen de cinco pétalos soldados y cinco estambres. EL fruto desarrolla dos semillas en cada lóculo.
Se pueden identificar por sus tallos muy finos y unas hojitas pequeñas. Carecen de clorofila y no necesitando realizar la fotosíntesis por alimentarse totalmente de la planta parasitada.
En Galicia es popularmente conocida por “barbas de raposo”. Florece entre los meses de mayo y agosto, como ocurre en la laderas y entornos de la Ruta Quintá-Río Donsal, muchas en la misma pista que lleva a Quintá y ladera de O Ramallal. Puede alcanzar hasta los tres metros de diámetro.
Se tiene constancia de que en tiempos pasados se ha usado en cataplasmas como cicatrizante y antiséptico.
Jesús López Gómez, técnico agrícola jubilado y divulgador rural